RESPONDIENDO A PEDRO EUSTACHE.

03.03.2016

Wilfredo Morales Acosta

03/05/2016

Hablar del cristiano y su relación con la música es uno de los temas más delicados y polémicos que al día de hoy podemos encontrar; sobre todo, por las diferencias en nuestros gustos personales y porque es uno de los asuntos que no se revelan con especial claridad en las Escrituras. Lo cierto es que en nuestro estudio bíblico sobre el tema musical hay que profundizar mucho y dejar a un lado nuestras preferencias si queremos hallar el equilibrio que necesitamos y en todo caso, la verdad de Dios en cuanto ello.

Las falsas enseñanzas unidas al desconocimiento de la Palabra han causado grandes estragos entre los creyentes actuales, y como es de esperar, muchos cristianos, entre ellos, algunos reconocidos mundialmente por su gran talento y desempeño en el ámbito, han expresado su entendimiento sobre el cristiano y la música olvidando algunas verdades esenciales que si son reveladas en las Escrituras. Uno de estos casos es el de Pedro Eustache.

«Como músico que soy [expresa Pedro] yo no diferencio entre música secular y música cristiana. Toda la Música que yo hago es para glorificar a Dios. Repito como dijo mi más grande influencia Johann Sebastian Bach: "El arte, la música, existen para glorificar a Dios y para sublimar, para elevar el alma humana". Entonces, cuando yo estoy con Shakira, o estoy haciendo una banda sonora con el maestro John Williams y esta Spilberg ahí, o estoy haciendo un dúo con Paul MacCarney o estoy con cualquiera de los otros; lo que yo hago es glorificar a Dios atreves de mi música. Hay gente que cree que estoy tocando para ellos, no, ellos están presenciando lo que yo estoy ofreciéndole en agradecimiento al Creador. Y es algo importante, yo creo que la música que puede diferenciar una expresión cristiana de una expresión secular, tal vez serian las letras. Obviamente, la intención del cantautor o del compositor, si la intención es glorificar su propio ego, es algo que no glorifica a Dios obviamente. Pero fíjense ustedes que cosa, hay misterios en la naturaleza misma del creador: hay música que supuestamente no fue creada directamente en la intención de glorificar a Dios, y el autor ni siquiera tiene una experiencia con el Señor, pero el arte es tan de Dios, que hasta yo percibo que hay una expresión de alabanza al Señor, y los autores son muchas veces, literalmente seculares. De alguna manera, yo creo que son piedras hablando. Cuando yo creo que no ejercemos el llamado completamente para glorificar al Señor; Si nosotros los músicos cristianos, los músicos que tenemos perspectiva clara no alabamos al Señor, el Señor buscará piedras que lo alaben, y hay muchas canciones de los Beatles que a mí me elevan tremendamente, hay cosas de Jimi Hendrix que me elevan tremendamente hay cosas de Pat Matheny y ninguno de ellos está en el Señor. Sin embargo, la expresión de ellos, a pesar de ellos, glorifica al Señor, porque el arte es de Dios, y el arte verdadero existe para glorificar al Creador del universo»[i].

Lo primero que podemos notar ante las palabras de Eustache es que él ha comprendido algunas verdades ―como el hecho de que no existen ni la música secular ni la música cristiana y que el arte verdadero existe para glorificar al Creador― pero el problema surge y se convierten en una enseñanza muy peligrosa, al decir que Dios es glorificado cuando acompaña a Shckira en un tema músical, y que la música de los Beatles, de Jimi Hendrix y Pat Matheny son una expresión de alabanza al Señor. Y por otro lado, es evidente que su disertación en cuanto a la música parece estar basada en lo que dijo Johann Sebastian Bach y no en lo que dice Dios en su Palabra, ni en un razonamiento sabio y honesto en cuanto a la naturaleza humana.

La música es un lenguaje universal capaz de evocar y estimular en nosotros sentimientos y emociones de forma semejante a lo que se lograría a través de las palabras, ya sean habladas o escritas. Es una forma mediante la cual el ser humano puede expresarse y los resultados pueden ser agradables o desechados por el Creador como sucede con los vocablos. Después de todo, la música que usted y yo escuchamos, no es más que una expresión del hombre que ha sido creado con la capacidad y el talento necesario para su producción y ejecución. Y esta creación humana, está apoyada sobre el fenómeno físico al que llamamos música y que una vez fuera creado por Dios.

Dios ha dado a los hombres la capacidad de hacer música y no todo lo secular tiene por necesidad que ser impío. Podemos decir que nos agrada algo, pero no por esa razón ha de ser santo o agradar a Dios. Podemos hacerlo para ganarnos el pan, y esto es algo que cada persona tendrá que decidir en lo personal y en oración al Señor. Podemos decir que Dios es glorificado porque el hombre ha sido creado con este talento tan maravilloso, como escribiera Henrry Van Til en su libro El concepto Calvinista de la Cultura:

«El artista es el recreador; él hace su trabajo como Dios hizo el universo [...] Sin embargo, hay, ‒dice Calvino‒ un principio mayor que ha de observarse, a decir, el arte mismo debe someterse en el artista a la Palabra y al Espíritu [...] Tampoco puede el arte buscarse a sí mismo, que fue la falta de los Griegos, por lo cual se convirtió en idolatría».

Pero decir que Dios es glorificado con la música que se toca para acompañar a Shakira; o decir que en los Beatles o en Jimi Hendrix hay una expresiones de alabanza al señor, creo que es algo extremadamente peligroso y anti bíblico.

La alabanza es una expresión de gratitud por todo lo que Dios es, por todo lo que hace y le alabamos porque Él es digno de ella. El salmista expresó: Mis labios rebosarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos (Salmo 119: 171). La verdadera alabanza brota de un corazón rebosante de gozo y gratitud al saberse perdonado y amado por su Creador. El problema radica en confundir la alabanza y la adoración con el arte, en este caso, con la música.

El hecho de que algo nos guste a tal punto que nos eleve tremendamente no es señal de que sea algo que agrade a Dios ni que provenga de Él directamente. Dios nos creo con emociones, y las emociones no son malas, lo peligroso es el emocionalismo, y debemos tener sumo cuidado, ya que la música es una alternativa ideal para falsificar las emociones experimentadas por el gozo de una verdadera comunión con Dios.

Shakira, en una de sus canciones titulada «Octavo Día», después de referirse a Dios como un triste desempleado más de los tantos que hay en el mundo actual y que vaga solo por las calles esperando ver si encuentra a alguien con quien conversar, canta:

«Pobre de Dios que no sale en revistas; no es modelo ni artista o de familia real»[ii].

Y por otro lado tenemos a John Lenon cuando canta:

«¡Me di cuenta! ¡Me di cuenta! No hay ningún Jesús que va a venir del cielo»[iii].

Y en otra ocasión, Lenon refiriéndose a Cristo, dijo: «Un español católico, bastardo, fascista, grasiento, amarillento y pequeño, apestoso y comedor de ajos»[iv].

No sé qué es lo que usted pueda interpretar en las palabras de Eustache, pero al menos, lo que yo he entendido, es bastante desagradable. Por un lado afirma que: «Si los cristianos no alabamos al Señor, el Señor buscará piedras que lo alaben» y después nos intenta convencer de que como el arte es de Dios y él es elevado con algunas canciones de los Beatles y cosas de Jimi Hendrix y Pat Matheny estos son, de alguna manera piedras hablando y que sus expresiones a pesar de ellos, glorifica al Señor. ¿Es que acaso los cristianos han dejado de alabara a su Dios, y él se ha visto en la necesidad del levantar a estos individuos para ser alabado?

No existe ningún misterio en lo que vemos. Dios es glorificado porque Él es sobre todas las cosas, y porque ha creado al hombre y al arte de la música. Ver tocar a Jimi Hendrix y Pat Matheny nos recuerda que el hombre es una criatura especial, dotada de talento, capaz de emocionarse y emocionar, y que la música como creación de Dios, es algo extremadamente sublime y maravillosa. En Lucas 19:40 la expresión: «Os digo que si estos callaran las piedras clamarían», es una afirmación contundente de la deidad de Jesucristo, y una de las tantas referencias a como Dios puede ser y es alabado por su creación. Ciertamente, El Creador puede levantar hijos a Abraham (Mateo 3: 9) y adoradores de las piedras, Pero decir que estos sujetos son piedras hablando y que sus expresiones, a pesar de ellos, glorifican al Señor, creo que va demasiado lejos.

La Biblia nos enseña que Dios busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad, por lo tanto, cuando de nuestros labios salen palabras que no son sentidas en el corazón; cuando no lo hacemos con el entendimiento y la música nos lleva hasta ella, alejándonos del único que es digno de alabanza y adoración, pasamos a ser tan hipócritas como los irrealitas que vivieron en los tiempos del profeta Amós, y Dios nos ha de repetir una vez más las fuertes pero pertinentes palabras que en aquellos días el pueblo escuchó: «Quita de mi la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos». (Amós 5:23).

Si tenemos en cuenta solo esta porción bíblica, ¿qué quedará entonces para la música de individuos que abiertamente se mofan del Señor? 

Una cosa es que la música sea el medio por el cual llevas el sustento a tu hogar, otra cosa es decir que al hacer música para Shakira estas glorificando a Dios. Lo siento mucho, pero esto no es más que puro autoconvencimiento, es, en cualquier caso, esconderte de la realidad y de tu responsabilidad como creyente.   

Insisto, el Señor es alabado y recibe toda la gloria porque Él es Rey Soberano, pues ni siquiera el diablo puede salirse con la suya y mucho menos impedir que el Creador sea glorificado, pero debemos, como cristianos, tener mucho cuidado con lo que enseñamos. El predicador puritano John Trapp, dijo una vez: «Donde las Escrituras no tienen lengua, nosotros no debemos tener oídos».

NOTAS

[i] Enlace. (Septiembre 2011). Pedro Eustache y la música secular en: https://www.facebook.com/enlacetv/videos/609602126082/

[ii]-Mebarak, I (Shakira). (1998). Octavo día. Álbum, Donde Están los Ladrones.

[iii]-Lenon, J. (1970). I Found Out. Álbum, John Lenon / Plastic ono Band.

[iv]-Lenon, J. A Spaniard in de Works. Citado en Blanchard, J., Anderson, P., & Cleave, D. (1991). El Rock Invade la Iglesia. (D. Cánovas, Trad.). Barcelona, España: Clie., & Ed., Ebenecer, Pág. 84.