REFLEXIÓN SOBRE LAS PALABRAS DE JESÚS ADRIAN ROMERO - ECUMENISMO

05.10.2015


Wilfredo Morales Acosta

05/10/2015

Extraído del libro: La Música También Llora

Es impresionante y entre otros calificativos, lamentable, la confusión y el desconocimiento que vemos entre muchos de los creyentes más populares de nuestro tiempo. No hay lugar para el asombro, al escuchar lo expresado por algunos de estos cristianos, la decepción y la tristeza nos ocupan por completo. Uno de los casos que podemos tomar como ejemplo está relacionado con Jesús Adrian Romero y la entrevista que le hiciera Ismael Cala en la CNN.

La pregunta hecha al pastor y cantautor fue: «¿Qué podemos hacer los cristianos para unir puntos de vista comunes en la adoración [...] al Dios de Abraham entre musulmanes y cristianos? [...] ¿Qué podrías hacer, para con tu talento, con tu música, [...] unir los seguidores de estos dos textos?»[i]

Creo que la manera de unir a estos dos grupos, [responde Romero] y no sólo a estos dos grupos [...] a muchos otros grupos, es derribando un poquito las barreras que hemos puesto entre nosotros. Creo que hay muchas cosas que tenemos en común con personas de otras religiones; que debemos abrazar. Creo que debemos de poner mucha más atención a las cosas que tenemos en común, que [a] las que nos dividen [...]

Yo me atrevería a decir que esa fricción, ese antagonismo que hay realmente no es Jesús el que viene a provocar esa división. Somos nosotros mismos porque somos demasiado celosos al punto de llevarlo al fanatismo, y cuando lo llevas al punto del fanatismo, lo único que haces es que la gente te rechace [...] Entonces un musulmán va a decir yo no quiero escuchar a tu Jesús, no porque no me interesa Jesús, sino porque me lo estas presentando de una manera tan agresiva y tan controversial que no lo quiero escuchar [...]

¿Qué puedo hacer yo? Creo que seguir haciendo lo que hacemos a través de la música, porque nuestra música, creo que intenta unir a la gente más que dividirla, trata de traer a las personas de diferentes religiones, que de hecho, en nuestros conciertos vas a encontrar gente de diferentes religiones [...] porque no sienten que están siendo amenazados con el mensaje de las canciones.[ii]

No es mi intención poner en duda el amor de Jesús Adrian Romero por el Señor ni si es un siervo de Dios. Sin embargo, es necesario analizar a la luz de la Biblia las palabras dichas por él en respuesta a la unidad entre cristianos, musulmanes y los diferentes grupos y religiones. Los creyentes somos llamados por Dios a refutar el error, y no hay duda de que palabras como las del cantautor pueden traer mucha confusión entre los creyentes.

Romero ha dicho que los cristianos, por causa de llevar nuestro celo al fanatismo, somos los culpables de la división que existe entre el cristianismo y los diferentes grupos y religiones, ―al menos es lo que yo entiendo―, que debemos abrazar las cosas en común y derribar las barreras que hemos puesto entre nosotros.

Ganar para Cristo a los profesantes de una secta o religión falsa, ha sido el anhelo y oración de miles y millones de creyentes fieles a la verdad del Evangelio a través de los siglos. «No obstante, ese anhelo y esa oración, distan mucho de intentar unir los distintos grupos o las diferentes religiones, ya que al hacerlo, estaríamos desobedeciendo a Dios y entrando en el ecumenismo». La razón principal de no buscar dicha unión no está basada en un fanatismo, sino más bien, en la enseñanza bíblica, donde se nos enseña que la unión entre creyentes debe estar basada en la sana doctrina, y nunca en experiencias, principios, valores ni ninguna otra cosa en común que pueda coincidir o se parezca a las del cristianismo, 1 Timoteo 6: 3-5. Los cristianos tenemos muchas cosas en común con mormones y musulmanes, aún así, no les podemos llamar hermanos, pues, si lo hiciéramos, «estaríamos aceptando como bíblico el otro evangelio diferente del que nos alerta el apóstol Pablo, y reconociendo como verdaderos creyentes a aquellos anatemas de los cuales nos advierte en Gálatas 1: 8-9. ¿Puedo llamar hermanos a los mormones o a los musulmanes?»[iii]

Los mormones, por ejemplo: son los miembros de la "Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días". Fundada por José Smith en el año 1830, y entre sus enseñanzas nos encontramos con «una pluralidad de dioses»[iv] y que Dios y esta «pluralidad [...] fueron hombres antes de ser dioses»[v]. Creen que Jesús es un ser creado y el espíritu hermano de Lucifer. Creen que el libro de Mormón es también la palabra de Dios e incluso que es «más claro que la Biblia»[vi], y niegan la existencia del infierno[vii]. Según Brigham Young, segundo profeta y presidente de la iglesia mormona:

«Ningún hombre ni mujer de esta dispensación entrará jamás en el Reino Celestial de Dios sin el consentimiento de Joseph Smith. Desde el día en que se retiró el sacerdocio de la tierra hasta el día en que se consuman todas las cosas, todo hombre y mujer deben tener la certificación de Joseph Smith como pasaporte para su entrada en la mansión en lo alto donde están Dios y Cristo: yo con ustedes y ustedes conmigo. Yo no puedo ir allá sin Su consentimiento. El tiene las llaves para gobernar en el mundo de los espíritus, y el gobierna triunfante allí, ya que ganó todo poder y una gloriosa victoria sobre los poderes de Satanás mientras todavía estaba en la carne» [viii]. Más tarde el presidente Joseph Fielding Smith, afirmó: «No hay salvación si no se acepta a Joseph Smith [...] Ningún hombre puede rechazar ese testimonio sin incurrir en las más temibles consecuencias, porque entonces no puede entrar en el reino de Dios»[ix].

El doctor Fernando Saraví escribe: «La Biblia es concisa, el libro de Mormón verborrágico hasta el cansancio. En la Biblia se aprecia la naturaleza progresiva de la revelación y el cumplimiento del designio divino. En el Libro de Mormón todo esta entremezclado y confuso. Es paradójico que los mormones consideren su libro como más claro que la Biblia [...] La evidencia documental de la autenticidad del texto bíblico es incomparablemente mayor que la de cualquier otro texto de la antigüedad comparable. Se carece de copia alguna ‒en cualquier material‒ del supuesto texto original del Libro de Mormón [...]

El uso de la biblia en el libro de Mormón es arbitrariamente selectivo, inconsecuente, plagado de errores interpretativos y de distorsiones deliberadas para compatibilizar la Biblia con la trama nefita. Confunde los Testamentos, mezcla, mutila, añade y copia a voluntad de la Versión Autorizada para dar autoridad prestada a su propia historia. El abuso de las Sagradas Escrituras es quizá la prueba más fehaciente de que el libro de Mormón es un documento moderno, disfrazado, sin ningún talento, de registro antiguo»[x].

El Islán: fue fundado por el profeta Mahoma y es una religión, no un grupo, de hecho, «es la más joven de las grandes religiones vivas».[xi] Las cosas en común que podemos encontrar entre el Islam y el cristianismo son muy semejantes a las halladas entre la fe cristiana y el Judaísmo, «excepto en lo concerniente a la persona de nuestro Señor Jesucristo, de quien el Islam tiene un elevado aunque erróneo concepto»[xii]. «Los musulmanes atacan intensamente la doctrina de la trinidad»[xiii]. «Niegan la divinidad de Cristo, (Jesús Hijo de Dios y Dios Hijo encarnado). Niegan la crucifixión y el sacrificio expiatorio por el pecado y niegan la resurrección corporal de nuestro Señor Jesucristo. El Corán enseña que a Jesús "en realidad no lo mataron, ni lo crucificaron" (Sura 4:157). Afirma que "Jesús aparece para anunciar la venida de Mahoma con las palabras: 'Un profeta vendrá detrás de mí' (Sura 61:16)»[xiv], y "que todos aquellos que consideran a Jesús divino (refiriéndose a los cristianos) son 'infieles', para los cuales está reservado un infierno especial"[xv].

«¿Qué seriamos los cristianos si no creyéramos en la resurrección de Cristo? El apóstol Pablo responde: «somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres» (1 Corintios 15:19). «Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucito a Cristo, al cual no resucitó» (1 Corintios 15: 15).

Si el Islam dice la verdad, entonces los cristianos, la Biblia, Dios y Cristo son hechos mentirosos. Por otro lado, si aceptamos el Libro de Mormón como una verdadera revelación de Dios, tendremos que aceptar a José Smith, quien echa por tierra las verdades más centrales del cristianismo, como un verdadero profeta. Las barreras que existen entre estas religiones al igual que la que vemos entre el cristianismo y otras sectas o grupos autodenominados cristianos y que deben ser derribadas según Romero, no las hemos puesto nosotros, las puso Cristo cuando dijo: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces» (Mateo 7:15). Además, la enseñanza bíblica es clara cuando se dice: «Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos» (Hechos 4:12). «Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema» (Gálatas 1: 8). Véase también (Mateo 10: 34-36).

«El hecho de expresar y aferrarnos a versículos como los mencionados no es presentar el evangelio de manera agresiva y controversial; esto es predicar las buenas nuevas de salvación. Estas palabras no nos las inventamos los cristianos, son palabras inspiradas por el Espíritu Santo, y son las que Dios usa para hablar a los hombres y convencerles de pecado»[xvi]. Hablar de esta manera no es un celo llevado al fanatismo, es un acto de amor, pues «lo más amoroso que uno puede hacer, es decir la verdad, así es como actúa el amor. No es amoroso dejar a la gente en la oscuridad y en el error»[xvii].

En otra ocasión, Jesús Adrian, quien «participó como expositor el pasado año en el "Quinto Encuentro Mundial de Valores: Un Camino a la Unicidad", donde también participaron expositores de otras religiones y profesionales de distintas disciplinas de la ciencia y la política»[xviii], hizo una publicación en Facebook donde explicaba que es el ecumenismo para él con las siguientes palabras:

«En relación al tema del ecumenismo y el hecho que me relacionen con él. Creo que el error que algunos cristianos cometen al hablar de ecumenismo es no entender el significado de la palabra. Ecumenismo es encontrar las cosas en común con otras religiones y promover unidad. Esto no significa que vas a creer como ellos creen, o vas a comprometer tus creencias. Es simplemente encontrar cosas en común con otras religiones. Déjame darte un ejemplo más práctico. Supongamos que vives en una colonia en la que tienes todo tipo de vecinos. Uno de tus vecinos es borracho, otro es ateo, otro es católico, otro es infiel a su esposa, otro es evangélico y otro es deshonesto en los negocios. El presidente de la comunidad de vecinos tiene una excelente idea: "Vamos a pintar nuestras casas y arreglar nuestros jardines para mejorar la imagen de nuestra colonia" ¿Te negarías a pintar tu casa y arreglar tu jardín porque tus vecinos no creen como tú o son diferentes a ti? por supuesto que no, ¿Verdad? Te unirías a ellos porque la causa es buena. Eso es exactamente el ecumenismo. Un católico, un judío, un evangélico, un musulmán y un ateo se pueden unir para hacer cosas para mejorar nuestro mundo. Esto de ninguna manera significa, que aceptarás todo lo que ellos creen, simplemente significa que encontraras algo que pueden hacer juntos en vez de estarse peleando. En relación a porque a mí me dice Ecuménico, creo que porque me ven tolerante a los demás y no me ando peleando con personas de otras religiones, y si, cuando mis "vecinos" quieran mejorar la imagen de nuestra colonia, me uniré a ellos»[xix].

Después de ver la reacción de muchos creyentes que decepcionados y entristecidos se enfrentaron ante tales palabras, Romero vuelve a publicar:

«Hablando del estado anterior, algunos piden citas bíblicas para mis puntos de vista, diciéndome que me estoy desviando de la verdad. Podría darte muchas citas bíblicas, pero déjame apelar a tu inteligencia y tu sentido común. Supongamos que eres pastor. Hay un terremoto en el país en el que tú vives y hay necesidad de víveres para niños. El pastor de una iglesia mormona y el imán de una mezquita musulmana vienen contigo y te dicen que quieren unir esfuerzos para juntar alimentos para los niños necesitados. ¿Te negarías a hacerlo? De esa unidad estoy hablando. Todos somos miembros de la raza humana y como humanos tenemos cosas en común a favor de las cuales podemos trabajar.

Creo que Jesús es el único camino al cielo, y no comprometo mis creencias, pero estoy consciente de que vivo en un mundo en el que tengo que ser un embajador de la bondad de Dios»[xx].

El entendimiento del ecumenismo por parte de Romero es extremadamente peligroso. Trabajar para embellecer una colonia o aunar fuerzas con otras personas sin importar su religión son situaciones irrelevantes en este campo. Por supuesto que no hay nada de malo en dar belleza a tu comunidad y en juntar alimentos para los niños necesitados en una situación determinada. Otra cosa muy distinta es promover el ecumenismo como él lo ha estado haciendo. Romero dice que no hemos entendido el significado de la palabra, porque: «Ecumenismo es encontrar las cosas en común con otras religiones y promover unidad [y] que no significa que vas a creer como ellos creen, o vas a comprometer tus creencias». Y en lugar de citas biblicas, nos da como ejemplo la unión para embellecer una colonia y recoger alimentos. Insisto, podemos hacer esto sin promover la unidad encontrando las cosas que tenemos en común. Estos ejemplos son simples escusas, argumentos sin peso que buscan aplacar el fuego provocado por causa de sus palabras. La forma en que Jesús Adrian entiende y explica el ecumenismo es muy peligrosa. Todo parece indicar que Romero ha olvidado la enseñanza bíblica donde se nos dice que: «Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a la sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, esta envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras [...] apártate de los tales» (1 Timoteo 6: 3-5). Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios [...] Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis ¡Bienvenido! Porque todo aquel que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras (2 Juan 9:-11).

Nuestro deber como creyentes no es buscar ni promover la unión de las religiones, es predicar el evangelio de salvación. Y a pesar de que el Islam es visto por muchos, no sin razón, como una religión que insta a la violencia; no debemos olvidar que, [al igual que los miembros de otros grupos y religiones] son personas con una inmensa necesidad de conocer al verdadero Jesús. Por lo tanto, la solución no se encuentra en la unión. No se encuentra en el miedo al rechazo al presentarles el evangelio. No se encuentra en derribar las barreras que se alzan inevitablemente debido a las falsas enseñanzas a las cuales las Escrituras llaman doctrina de demonios, ni tampoco se encuentra en abrazar y poner más atención a las cosas que tenemos en común. La solución y nuestro deber como creyentes redimidos por la sangre de Cristo es presentar el mensaje bíblico, sin omisiones ni añadidos.»[xxi].Las palabras de A.W. Tozer en cuanto al tema, no pueden ser más directas, penetrantes y aclaratorias:

«Nuestro Señor, cuando oró "para que todos sean uno [...]" (Jn. 17:21), quería que su Iglesia fuera una, y oró en este sentido. Ahora el movimiento ecuménico dice: "Usted debe asociarse a nuestra organización para la unificación de los creyentes, de modo que pueda cumplirse la oración de Jesús de que todos sean uno". Algunos piensan que los cristianos deben unirse y cumplir la oración de Cristo, aunque para ello tengan que sacrificar la verdad. Todo empezó en Ámsterdam en 1948, durante ese gran movimiento universal llamado el Consejo Mundial de Iglesias. Yo no tengo por costumbre predicar contra nada. Estoy a favor del 99% de las cosas y en contra del 1%. Este Consejo resulta ser una de las cosas de las que estoy en contra. Allí se reunieron los anglicanos, los ortodoxos orientales, los protestantes y los católicos. Al Consejo Mundial de Iglesias han acudido denominaciones o, al menos, sectores de denominaciones, hasta que se ha convertido en un vasto e inconexo pulpo repartido por el mundo.

Me gustaría decir que si hacen falta 1900 años para que se cumpla la oración de Jesucristo por la unidad de su Iglesia, y si a lo largo de todos estos siglos no ha recibido respuesta, y la Iglesia aún no está unida, entonces mi fe en el Señor padecerá un golpe tremendo. El hecho sencillo es que la oración de Jesús fue respondida dramáticamente en el derramamiento del fuego en Pentecostés, cuando todos los creyentes fueron bautizados por el Espíritu Santo en un solo cuerpo.

Una cosa que deberíamos recordar es que la unidad de la Iglesia cristiana en el Espíritu es una cosa, pero la unión de todos los grupos cristianos es otra muy diferente. Deberíamos recordar la doctrina de la apostasía que hallamos en las Escrituras. "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas" (2 Ti. 4:3-4) [...] Existe una diferencia fundamental entre la cristiandad y la Iglesia. Lo que intenta hacer el movimiento ecuménico actual es solidificar la cristiandad ―todos los que militan en el bando cristiano de las cosas, en el sentido que sea―, y reunirlos en un enorme organismo. Eso es la cristiandad. Pero en las Escrituras hay una gran diferencia entre la cristiandad y la Iglesia. La Biblia enseña que la cristiandad apostatará y renunciará a su fe, complaciéndose en su propia justicia y negando el poder de Dios, y que no estará preparada en absoluto para la venida del Señor Jesucristo. Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la Tierra? Eso es la cristiandad. Pero la Iglesia es algo distinto

[...]¿Qué podemos hacer para protegernos de este tipo de cosas en la Iglesia? El factor primario que debemos tener en mente es el de no aceptar nada que cuestione la veracidad de la Biblia. Cualquier movimiento, iglesia o grupo que, en cualquier lugar, cuestione la verdad de la Biblia es un grupo al que usted, como creyente, no se puede afiliar. Si este grupo permite la entrada de toda esa superstición asociada con los huesos santos, el agua bendita y la Madre de Dios y de toda la humanidad, lo más prudente es marcharse sin hacer ruido»[xxii].

Romero no es realmente el único que encontramos en estos menesteres, pues también lo vemos en la agenda de creyentes como Joel Osteen y Billy Graham. Osteen ha dicho que los adoradores de Krishna y Chiva «aman a Dios. Y no sé. He visto la sinceridad de ellos»[xxiii]. Y Graham ha afirmado que: budistas, musulmanes, cristianos e incluso no creyentes, «son miembros del cuerpo de Cristo [...] Es posible que ellos ni siquiera conozcan el nombre de Jesús, pero sienten en su corazón que necesitan algo que no tienen y se vuelven a hacia la única luz que tienen, y pienso que ellos son salvos y que van a estar con nosotros en el cielo»[xxiv]. Expresando en otra ocasión que le gustaba mucho el papa Juan Pablo II, y que estaban de acuerdo en casi todo.[xxv]

Lo expresado y el comportamiento de estos cristianos «demuestra el tremendo desconcierto que ha sobrevenido sobre los creyentes de nuestros días al dejar a un lado la sana doctrina e ir "en aras de una falsa unidad que se basa en experiencias espirituales compartidas [y en poner más atención a las cosas que tenemos en común con otros grupos y otras religiones] en lugar de en la verdad bíblica"».[xxvi] El mensaje predicado por ellos «no hace más que empujar a una gran multitud de personas caracterizadas por la desinformación y la ignorancia, entre ellos muchos de los actuales creyentes, al temido y catastrófico error de creer que hay más de un camino para llegar a Dios»[xxvii].

Las palabras y enseñanzas de estos populares predicadores «pueden parecer muy alentadoras, estar motivadas por buenas intenciones y dichas con gran sinceridad. Sin embargo, nada de ello es suficiente; lo que cuenta aquí, es la predicación de un evangelio no adulterado. Recuerde a los fariseos y su gran pasión por ganar almas. La Biblia nos dice que ellos recorrían «mar y tierra para hacer un prosélito» (Mateo 23:15); sin embargo, Jesús les dijo: Y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. El problema no es con los motivos; no se ponen en duda la sinceridad, entrega y devoción de nadie en particular. Lo que en realidad importa, es si lo que estamos enseñando se corresponde con la verdad bíblica. Después de todo, es muy grande la sinceridad, la devoción y la entrega que vemos en los musulmanes, hindúes o los miembros de cualquier otra secta o religión contraria al cristianismo; por lo tanto, ello no es suficiente para buscar la unión, no lo es para insinuar que están en lo cierto, ni tampoco para afirmar que irán al cielo.

«El conflicto entre la verdad bíblica y otras creencias que compiten por nuestra atención [escribe MacArthur] no es un asunto que se resuelva mediante un diálogo con tazas de té, sino con una guerra espiritual cruenta y encarnizada. Este conflicto debería verse como un combate a muerte, no como una conversación civilizada. Como cristianos tenemos la orden de derribar las fortalezas de pensamientos que se levantan contra la verdad bíblica, "derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios10: 5).

»El problema es que la iglesia se ha vuelto tan afeminada e impotente estos días que la mayoría de los evangélicos parecen creer que esta postura militante contra el error es inapropiada y demasiado severa. Es como si los cristianos ya se hubiesen dado por vencidos en la batalla por la verdad[xxviii].

»Los únicos periodos históricos en los que la iglesia ha tenido una influencia significativa en el mundo han venido como producto de la firmeza del pueblo de Dios en negarse a ceder ante presiones externas, para proclamar con denuedo la verdad a pesar de la hostilidad del mundo»[xxix].

¿Es el Dios de Abraham el mismo de los mormones y los musulmanes? ¿Somos los cristianos llamados a hacer música para unir lo irreconciliable? ¿Somos llamados a derribar las barreras que producto a la prédica de falsas doctrinas se levantan entre el cristianismo y las distintas, sectas, creencias y religiones? Al parecer y por desgracia, para muchos cristianos de hoy sí; por lo cual, se les debería enfrentar con la mismas palabras que el profeta Elías utilizó ante el confundido pueblo de Israel en sus días: «¿Hasta cuándo claudicareis entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él» (1 Reyes 18:21). O como escribiera el profeta Amos: «¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?» (Amos 3:3).


Notas

[i]Cristianosaldía.net. (s. f). Entrevista de Jesús Adrian Romero con Ismael Cala de CNN. Preguntas difíciles. Recuperado el 18 de junio de 2014 en: https://www.youtube.com/watch?v=Em96ggqtOzY. Citado en: Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág. 195.

[ii]Ibid.

[iii]Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág. 196.

[iv]Mather, G. A. & Nichols, L. A. (1993). Diccionario de Creencias, Religiones, sectas y ocultismo. impreso en Colombia. Clie. Pág. 330.

[v]Mather, G. A. & Nichols, L. A. (1993). Diccionario de Creencias, Religiones, sectas y ocultismo. impreso en Colombia. Clie. Pág. 322.

[vi]Saraví, F. (1997). El Mormonismo al descubierto. impreso en Estado Unidos de América. Editorial Portavoz. Pág. 320.

[vii]Ed Decker & Dave Hunt. (1992). Los fabricantes de dioses. Publisher: Caribe/Betania Editores. Pág. 76..

[viii]Chuck Sackett, What's Going On In There? - The Verbalim Text of the Mormon Temple Rituals annotaled and explained by a Former Temple Worker (Ex-Mormons for Jesus, P.O. Box 5044-154, Thousand Oaks, CA 91359, 1983), págs. 34-38. Citado en: Ed Decker & Dave Hunt. (1992). Los fabricantes de dioses. Publisher: Caribe/Betania Editores. Pág. 42. Decker y Hunt, escriben: «El cristiano alaba a Dios y testifica de su fe en Jesucristo, pero el mormón alaba a Joseph Smith, que está sentado entre los dioses, y su sangre sacrificio es la que "defiende nuestra causa" allá en lo alto. Este es el mensaje de varios himnos mormones populares, que ofrecen a Joseph Smith la gloria y el honor que la Biblia dice que pertenecen sólo a Dios. Uno de los favoritos incluye las siguientes palabras: ¡Alabado sea el hombre que tuvo comunión con Dios! ¡Honrado y bendecido su nombre, grande para siempre! Grande es su gloria y su sacerdocio es sin fin. La tierra debe pagar por la sangre de ese hombre. ¡Salve al profeta, ascendido a los cielos! Compartiendo con los dioses, puede hacer planes para sus hermanos; la muerte no puede derrotar, otra vez al héroe».

[ix] Citado en Ibid.

[x]Saraví, F. (1997). El Mormonismo al descubierto. impreso en Estado Unidos de América. Editorial Portavoz. Pág. 320.

[xi]Saraví, F. (2013). Jesucristo o Mahoma: un análisis cristiano del Islam. Editorial Clie. Pág. 11.

[xii]Ibid. 78.

[xiii]Mather, G. A. & Nichols, L. A. (1993). Diccionario de Creencias, Religiones, sectas y ocultismo. impreso en Colombia. Clie. Pág. 256.

[xiv]Ibid. Pág. 257.

[xv]Ibid. Citado en: Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág.202.

[xvi]Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág. 203.

[xvii]MacArthur. J. (s.f). Una súplica a amigos carismáticos. En:

https://webmedia.gty.org/gracia/sermons/High/TM13-18.mp3?x-source=website&x-type=download.

[xviii]Cristianosaldia. (14 de abril de 2015). El cantante Jesús Adrián Romero admite que cree en el ecumenismo. Pero lo explica. Consultado el 12 de octubre de 2015 en:

https://cristianosaldia.net/index.php/mundo-cristiano/el-cantante-jesus-adrian-romero-admite-que-cree-en-el-ecumenismo-perolo-explica.html

[xix]Cristianosaldia. (14 de abril de 2015). El cantante Jesús Adrián Romero admite que cree en el ecumenismo. Pero lo explica. Consultado el 12 de octubre de 2015 en: https://cristianosaldia.net/index.php/mundo-cristiano/el-cantante-jesus-adrian-romero-admite-que-cree-en-el-ecumenismo-perolo-explica.html

[xx]Ibid.

[xxi]Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág. 203.

[xxii] Tozer. A.W. (2011). Fe auténtica. Editorial Portavoz. Grand Rapids, Michigan USA. Págs. 60-62

[xxiii]-Entrevista a Joel Osteen. (Salió al aire el 23 de diciembre de 2007). Fox News Sunday with Chris Wallace. Disponible en: https://www.foxnews.com/story/0,2933,318054,00.html. Citado en MacArthur, J. (2014). Fuego extraño. Estados Unidos de América: Grupo Nelson. Pág. 51.

[xxiv]Citado en: Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág. 206. -amy2x. (2011). Billy Graham's False Teachings & Beliefs. Consultado en: https://www.youtube.com/watch?v=f68IgZruyNI.

[xxv]Ibid.

[xxvi]Citado en Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág. 207. Como se cita en MacArthur, J. (2014). Fuego extraño. Estados Unidos de América: Grupo Nelson. Pág. 49. MacArthur cita a R. Andrew Chesnut, Brazilian Charism, en Introducing World Christianity, ed. Charles E. Farhadian. Oxford: Wiley Blackwell, 2012, pÁG. 198.

[xxvii] Morales A. W. (2015). La música también llora. España. Colección Sendero, Logos. Pág. 208.

[xxviii] MacArthur. J. (2004). ¿Por qué un único camino? Portavoz. Estados Unidos de América. Págs.72-73.

[xxix] Ibid. Pág. 18.

© 2015 Wilfredo Morales Acosta